viernes, 28 de febrero de 2014

El tango de la Guardia Vieja. Arturo Pérez-Reverte

Soy una gran fan de Pérez-Reverte desde sus años de reportero de guerra en TVE y mira que ha llovido desde entonces. Reconozco que a veces me irritan las maneras y los modales que se gasta el autor, y las polémicas que suele levantar, pero no puedo evitar caer rendida con su prosa, con sus novelas y con la forma en que nos cuenta las historias. En ocasiones he tenido que hacer esfuerzos titánicos por desvincular la parte polémica del autor de su yo escritor.

No todas sus novelas me han gustado por igual, pero aún así reconozco que cualquiera de sus novelas tiene una gran calidad. No puedo especificar que me enamoró de El tango de la Guardia Vieja, posiblemente empezó a ganarme por su portada, que refleja muy bien la época en la que se ambienta la historia y en ella aparecen elementos que serán muy importantes en el desarrollo de la trama. A primer golpe de vista la mujer de la portada me había parecido la actriz Grace Kelly, que terminó convirtiéndose en princesa de Mónaco.

Pero quizás no fue eso lo único que llamó mi atención en este libro, que en la contraportada se apunte que narra una apasionada historia de amor, encendió mi curiosidad, Reverte escribiendo una novela de amor, ojo que no he dicho romántica, ni rosa... pero aún así no lo veía yo muy en el papel. Después de disfrutarla entiendo muchas cosas, si es una historia de amor, pero no al uso, es más una novela de intrigas y traiciones.

A pesar de las ganas de encarar la lectura, y de que esta llegó a mi casa al poco tiempo de publicarse, quedó relegada a la estantería, sin que encontrara el momento de sumergirme entre sus páginas. ¿Y porque ahora?. Cuando os presenté mi lectura, os dije que no había sido yo quién la había elegido. La blogosfera es un mundo mágico en el que se desarrollan amistades por afinidad, estas se mantienen en el tiempo y poco a poco saltan de los comentarios a los mails.

Tras un intercambio de mails, David Gómez, administrador de Cruce de caminos, me hizo una propuesta que hemos tenido que postergar por falta de tiempo, y si alguna vez retomamos la iniciativa ya  explicaré mejor, la cuestión es que fue el quién eligió esta novela, de una lista que yo le propuse, si no posiblemente continuaría en la estantería guiñandome los ojitos.

Adelanto que es una de las novelas que más me ha gustado del autor, la temática no es nueva, pero si la forma de encarar la trama y su desarrollo, es una novela para leer de forma pausada, sin prisas, porque su desarrollo lo requiere así. Una novela llena de cortes y vueltas a empezar, como si de un tango se tratara.

El autor:

Llama la atención en un autor como Pérez-Réverte los escasos datos que figuran en la solapa del libro
que después reproduciré. Y digo que llama la atención porque hay autores que ponen tantos datos que falta que nos apunten cuando le cayó el primer diente, y la trayectoria de Arturo es tan amplia que daría para llenar varias páginas, quizás este sea el motivo de las ligeras pinceladas que ofrece.

De sobra conocido, Pérez-Reverte es un autor que no deja indiferente a nadie, o le amas, o le odias, no hay medias tintas posibles, su fuerte personalidad, y esa manía por llamar a las cosas por su nombre aunque no sea políticamente correcto le han granjeado muchos detractores, quizás tantos como admiradores.

Os dejo las pinceladas que ofrece la editorial:

Arturo Pérez -Reverte fue reportero de guerra durante veintiún años y es autor, entre otras novelas, de El húsar, El maestro de esgrima, La tabla de Flandes, El Club Dumas, Territorio Comanche, La piel del tambor, La carta esférica, La Reina del Sur, El pintor de batallas, Un día de cólera, El asedio; y de la ya legendaria serie histórica Las aventuras del capitán Alatriste. Es miembro de la Real Academia Española.

Sinopsis:

"Una pareja de jóvenes apuestos, acuciados por pasiones urgentes como la vida, se mira a los ojos al bailar un tango aún no escrito, en el salón silencioso y desierto de un transatlántico que navega en la noche. Trazando sin saberlo, al moverse abrazados, la rúbrica de un mundo irreal cuyas luces fatigadas empiezan a apagarse para siempre"

Un extraño desafío entre dos músicos, que lleva a uno de ellos a Buenos Aires en 1928; un asunto de espionaje en la Riviera francesa durante la Guerra Civil española; una inquietante partida de ajedrez en el Sorrento de los años sesenta...

El tango de la Guardia Vieja narra con pulso admirable una turbia y apasionada historia de amor, traiciones e intrigas, que se prolonga durante cuatro décadas a través de un siglo convulso y fascinante, entre la luz crepuscular de una época que se extingue.

Impresiones:

Comentaba al principio de esta opinión que quizás sea una de las novelas que más me han gustado del autor, y he leído muchas, incluida la última que ha publicado. Arturo Pérez -Reverte se caracteriza por documentarse in situ para escribir sus novelas. Para poder ponerse en la piel de los personajes de sus libros tiene que aprender a vivir como ellos. En esta novela son muchos los palos que se tocan, aunque uno de ellos ya le es conocido de cuando escribió La tabla de Flandes, y me refiero al ajedrez.

En esta ocasión ha viajado a Buenos Aires, se ha paseado por los suburbios, por esos barrios bajos en los que vivió su niñez Max Costa. Se ha documentado sobre el tango, porque salta a la vista que mucho ha aprendido sobre el tema, y todo eso intenta que lo aprendamos nosotros de una forma amena.

La novela tiene un protagonista indiscutible, Max Costa, un guaperas, con ínfulas de dandy y señor que da una vuelta a su vida desde los barrios más pobres de Buenos Aires a la alta sociedad de media Europa. Un hombre que sabe arreglárselas para estar en el sitio adecuado en el momento oportuno y usar sus dotes de bailarín y su belleza y porte para seducir a mujeres que al final terminara robando. Y tiene unos secundarios de lujo, el que más peso tiene, casi a la misma altura que Max es Mecha Inzunza,  una mujer muy compleja, que teniéndolo todo para ser feliz no parece conseguirlo, parece ir persiguiendo siempre imposibles porque el dinero al final no puede comprarlo todo. Y para acabar de redondear la trama personajes de toda clase social, desde la más baja, a la más acomodada, todos ellos bien dibujados, porque todos tienen su punto de interés en el desarrollo de la novela. Personajes de ficción que se dan la mano con personajes reales.

La historia comienza en el presente con un Max Costa avejentado que ha perdido el porte de su juventud en una Europa que ha cambiado tanto que le ha hecho perder el tren y reconvertirse en una sombra de lo que fue. A pesar de todo parece ser feliz. La historia la desencadena un encuentro fortuito con una mujer del pasado, una mujer que significó algo para él, que marcó su vida y de la que hacía muchos años que no sabía nada.

En esos momentos comienza una historia que esta dividida digamos en tres partes, en la primera la acción se desarrolla en Buenos Aires, Max es un joven de buen porte que se gana la vida como bailarín mundano y que aprovecha su donaire para seducir a señoras maduras a las que suele robar. Es en este momento en el que se conocen Max, Mecha y Armando de Troeye, un compositor en busca de un tango para ganar una estúpida apuesta.

En la segunda parte, nueve años después la acción se traslada a Niza, Max ha cambiado de estatus, sus habilidades lo han convertido en un ladrón de guante blanco al que no se le pueden probar los delitos y eso lo coloca en el punto de mira de los servicios de espionaje italianos que pretenderán aprovechar sus dotes en su beneficio. La situación política en Europa y en España ha cambiado, Europa vive una gran inestabilidad y se buscan aliados, los fascismos están en auge, en Italia Mussolini se encuentra en el poder, en España la República lucha por no caer ante el ataque Franco y los nacionales. Max se encuentra en una encrucijada y Mecha no se lo pondrá nada fácil.

La tercera parte, treinta años después, con un panorama político distinto, y en un nuevo espacio, Sorrento. Una partida de ajedrez lleva a Mecha a la ciudad en la que vive Max, un Max muy distinto del que conoció, un señor mayor, que ha vivido como un rey pero que por circunstancias de la vida ha vuelto a caer en el escalafón social, aunque lo ha intentado hacer con mucha dignidad. Por casualidad, si es que se puede decir que estas existen, se vuelven a reencontrar Max y Mecha.

Sin embargo estas partes no se encuentran diferenciadas en la novela. Y es que cuando empieza Max tiene sesenta años, añora la juventud perdida, la vida cómoda, pero no es hasta que se cruza con Mecha cuando comienza a recordar y es ahí donde se van sucediendo las partes de una forma para mí original porque dentro del mismo capítulo pasado y presente se entremezclan y los saltos temporales los marcan saltos de líneas.

Por ese motivo es una novela para leer de forma pausada, porque los saltos temporales aunque marcados de forma gráfica se suceden. También contribuye el que no sea una novela en la que pasen demasiadas cosas, y sin embargo se suceden muchas. No es un thriller, no es una novela page-turner, es una novela de desarrollo lento, cortante, como si de un tango se tratara. Ni siquiera la inclusión de los servicios secretos italianos y de espías españoles, le dan agilidad a la trama, sigue desarrollándose de forma lenta, pausada, sin prisas, con su dosis de intriga, con su toque noir. Y la parte más reciente tampoco aporta rapidez, el ajedrez requiere concentración, la edad de los protagonistas no es como para que les de por hacer un rallie, a pesar de todo es en la parte que más emoción y más tensión he llegado a sentir.

Nos encontramos ante una historia de amor que se mantiene en el tiempo, durante cuarenta años, una historia de amor imposible entre dos personas de diferente nivel socio económico, pero sobre todo entre dos personas tan diferentes entre sí, que se podrían confundir. Max aspira a vivir mejor, a resarcirse de las pobrezas y miserias vividas. Mecha rica de cuna busca emociones fuertes en los bajos fondos poco recomendables de grandes ciudades. Ajena al peligro que entraña que se pasee con sus vestidos lujosos y sus joyas por lugares en los que el hambre y la miseria son compañeros de fatigas. La atracción entre ellos es fuerte desde el primer momento, aunque Mecha no cree a Max y recela de él desde que se conocieron y Max cala a la mujer casi inmediatamente.

Y ese mismo sentimiento será el que los unirá y al mismo tiempo los separara a través del tiempo y de las ciudades en que se encuentran. El final de la novela supone un broche de oro para una historia de intrigas, traiciones y un amor que se prolonga en el tiempo y que morirá con sus protagonistas, un amor imposible por la complejidad de sus protagonistas y por todo aquello que los separa.

A pesar de que la novela me ha gustado mucho, he sido incapaz de empatizar con los personajes. A Mecha no la puedes aprehender, la mitad de las veces por no decir todas, no he sido capaz de comprenderla, de entender su forma de actuar, el porque se presta a determinados juegos, sobre todo en la parte de Buenos Aires, en las otras aunque me ha costado he podido ver más claras sus intenciones. En cuanto a Max que es el personaje que mejor conocemos, en ocasiones no me lo he creído, un actor de su propia vida, un hombre hecho a medida que logra llegar a la cima para caer de nuevo al abismo, aunque quizás sea muy exagerado.

No puedo decir que sean personajes planos, porque no lo son, pero a mi no me han llegado, posiblemente por el ritmo que el autor le ha impuesto a la novela, probablemente por la forma de contarlo con tantos saltos temporales. Por la razón que sea no me han terminado de convencer.

Y a pesar de que siento que me dejo muchas cosas en el tintero no conviene seguir desmenuzando la novela porque cada cosa ha de descubrirse a su tiempo, y el autor a ritmo de tango nos va desgranando una historia en la que se mezcla realidad y ficción de una forma magistral, tanto que merece la pena descubrirla por uno mismo.

Conclusión:

A mi modo de ver El tango de la Guardia Vieja es una de las mejores novelas de Pérez-Reverte, una historia de amor, que se prolonga en el tiempo y que se niega el placer de vivirse en plenitud, quizás porque sus protagonistas  son personajes atípicos, complejos, distintos de los que un lector esperaría en una historia de este tipo.

No piense quien lea estas líneas que nos encontramos ante una novela romántica, no veo yo al autor en estas lides, y se llevaría un gran desengaño. Es una historia abrupta, con su ligeros toques de sensualidad, la que imprime Mecha, con sus toques noir, los que imprime Max ... Una trama que merece la pena ser leída cuando se tenga tiempo para paladearla, porque la prisa no es buena acompañante en esta historia, las páginas pasan y la da la sensación de que esta no avanza. Y es que en apenas una semana desfilan cuarenta años de la historia del convulso s. XX, y es que para dos personas mayores el tiempo no fluye con la misma rapidez que para  la juventud.

Seas o no fan de Pérez-Reverte te recomiendo la lectura de esta novela, seguro que caerás rendido ante su prosa.

Retos

12 meses, 12 libros

25 españoles

cruce de caminos: negro y criminal

Febrero: mes del amor

jueves, 27 de febrero de 2014

Marzo: mes de la novela familiar



Esta semana estoy vaga, me cuesta un mundo reseñar, como si al escribir mi última reseña hubiera tirado los restos y estuviera tan cansada que la página en blanco se me antoja un suplicio. Son rachas y mañana me meteré en cintura, pero llevo diciendo eso desde el martes y aquí me tenéis sin haber encarado aún la reseña de El tango de la Guardia Vieja.

Así que aprovechando este parón reseñador voy a apuntarme al mes temático de Laky. Porque tengo novelas que encajan dentro de su propuesta, al menos dos de las que tengo previsto leer y reseñar en marzo giran en torno a una familia.

martes, 25 de febrero de 2014

Perdida en....



Hace días que terminé Mientras pueda pensarte, pero decidí no comenzar lectura nueva hasta que terminara de leer El tango de la Guardia Vieja. Ayer por la noche liquidé esa historia de amor prolongada en el tiempo y en el espacio, con un buenisimo sabor de boca. Ahora me encuentro perfilando las reseñas de ambos libros, pero toca empezar lectura nueva.

Siempre he dicho que le tengo pánico a los premios porque no se que puedo encontrarme en ellos, y que a veces los finalistas me convencen más que los que se alzan con el galardón. Sin embargo me gustó tanto El tiempo mientras tanto, que cuando vi que Carmen Amoraga se alzó con el Premio Nadal, quise sumergirme en sus páginas.

No os extrañara pues la novela que tengo entre manos. La he empezado esta mañana y ya llevo 148 páginas leídas, hay tanta humanidad y tanto dolor en esas páginas, pero al mismo tiempo tanto afán de supervivencia y tanto optimismo que me empujan a pasar página tras página.

Titulo:  La vida era eso

Autor@: Carmen Amoraga

Editorial: Destino

Nº Páginas: 319


Así comienza...

Whitney Houston suena en la radio mientras William prepara el café. La cocina está desordenada y todavía conserva los restos de la cena de ayer. No les gusta Whitney, pero es lo que hay, y canta ajena a la indiferencia.

William no sabe que pronto esa canción será importante. Para ellos.


Concedido chic@s el principio no dice mucho, yo diría que no es nada contundente, pero prometo que sigue mucho mejor.


Esta tarde tengo previsto comenzar una novela que se publicó el mismo día de mi cumpleaños, 13 del mes en curso, me la ofreció el autor, y después de darle un vistazo en profundidad decidí abordar sus páginas. Me gusta como trabaja la editorial, Roca es una de las editoriales que más me gustan en según que géneros y por ese motivo creí que era un aval más que suficiente. Espero disfrutarla.


Titulo: Los últimos días del Imperio Celeste

Autor: David Yagüe

Editorial: Roca editorial

NºPáginas: 350


Así comienza...


El tiempo es circular. Lo que hoy llamamos pasado, mañana será presente. "Quienes no olvidan el pasado son amos del futuro", escribió Sima Qian, y el devenir del Imperio Celeste le ha dado la razón durante más de dos mil años.

Entre las brumas de las dinastías pasadas, apenas se recuerda una leyenda que nació de la historia y se durmió en el olvido, salvo para  algún  titiritero ambulante que aún la representa para los más pequeños. Mas poco queda en esas dramatizaciones populares de la historia del dragón dorado de Lu Ning.


Nada os puedo adelantar, comienzo mi lectura en cuanto publique esta entrada.



sábado, 22 de febrero de 2014

Peores maneras de morir. Francisco González Ledesma

Hace años que quiero leer a este autor, y por a o por b, siempre terminaban colándose otros autores y otros libros. Me llamó la atención este autor con Una novela de barrio, y siempre pensé que sería la primera novela suya que leería. Conversando con Kayena de lo divino y de lo humano, como solemos hacer alguna ocasión se deslizó este titulo en la conversación, ella ya lo había leído y desplegó sus dotes persuasivas, esas que ella sabe utilizar mejor que nadie y al final de la conversación el titulo se me había metido entre ceja y ceja, de tal forma que sabía que iba a leerlo si o sí y más pronto que tarde.

Otro cantar ha sido reseñarlo, primero porque me dejó el cuerpo del revés, no me considero de estomago delicado, pero en esta novela la crueldad llega a limites insospechados, si a ello le unimos el tema que trata, podréis comprender que al terminarla tuviera el cuerpo para pocas fiestas, y recordar para reseña me apeteciera más bien poco.

Con la distancia que dan las semanas transcurridas desde su lectura, puedo asegurar que es una muy buena novela negra, lástima conocer a Méndez en su último caso, y lástima no haber disfrutado antes de la prosa aséptica del autor, esa que llama a las cosas por su nombre y no nos ahorra ningún mal trago. Ahora se que poco a poco me iré sumergiendo en su obra, iré confraternizando con el inspector Méndez, ese hombre que aplica la justicia poética más veces de las que a lo mejor debería, pero nadie conoce los bajos fondos mejor que él.

El autor:

Francisco González Ledesma nació en Barcelona en 1927, es abogado, periodista y escritor.
Censurado por el franquismo no empezó a publicar hasta la llegada de la democracia.

En 1984  obtuvo el Premio Planeta con Crónica sentimental en rojo, novela que popularizó al inspector  Méndez, su personaje emblema. Le siguieron entre otros, títulos como Cinco mujeres y media, Premio Dashiell Hammet de la Semana Negra de Gijón y Premio Mystere de la Critique a la mejor novela extranjera editada en Francia, las memorias Historia de mis calles o La ciudad sin tiempo, presentada bajo el seudónimo Enrique Moriel y que ocupó varias semanas los primeros puestos en las listas de ventas.

En 2010 fue distinguido con la Creu de Sant Jordi por la calidad de su obra, de proyección internacional, y en 2011 con el Premio José Luis Sampedro, entregado en el festival de novela policíaca Getafe Negro. Con el seudónimo de Silver Kane ha escrito cientos de novelas del Oeste y la novela larga la dama y el recuerdo.

Argumento:

Escueto es el que ofrece la editorial y a mi me parece muy apropiado puesto que da gusto enfrentarte a esta novela cuanto menos sepas de ella.

El brutal asesinato de dos chicas en el barrio del Raval pone en alerta al inspector Méndez, a quien no le falla el olfato para tirar del hilo y descubrir que, detrás de tal atrocidad, se oculta una sórdida organización dedicada al tráfico de bellas mujeres eslavas.

Peores maneras de morir es el retrato social de una Barcelona que está cambiando, en la que los ideales del pasado han desaparecido, y, tal vez el viejo policía lo haga con ellos.

El último caso del inspector Méndez

Impresiones:

No es una novela que comience de forma contundente, no nos noquea en la primera frase, ni siquiera parece que vaya a tener nada de especial con leer el primer capitulo. Es una novela que va de menos a más, que va aumentado de interés y de intensidad conforme avanza la trama, conforme vamos conociendo al inspector y conforme vamos tomando conciencia de lo que tenemos entre manos.

Hubo momentos en que tuve que soltar la novela, la trama me hería en lo más profundo, el titulo sin lugar a duda nos da una ligera idea de que vamos a encontrar en la historia, peores maneras de morir y aquí se nos relatan algunas. También la portada es bastante gráfica para intuir el tema estrella de esta historia, la trata de blancas.

Yo no pude leerla del tirón, por más que suscitaba en mi mucha intriga y muchas ganas de saber como continuaba, necesitaba cerrar los ojos y olvidar la barbarie de lo que estaba leyendo, intuyendo que no todo era ficción, porque la realidad de estas mujeres es muy sórdida, muy dura, y muy cruel. Es una historia que incita a reflexionar, al tiempo que nos pasea por las calles menos turísticas de Barcelona, los bajos fondos que cualquier ciudad posee y en la que siempre la policía parece tener la última palabra.

A pesar de todo tengo que reconocer que González Ledesma me ha ganado como lectora, me ha gustado su estilo y su inspector, me ha gustado la forma en que desarrolla la trama y la forma de noquearnos en ciertos tramos, no está mal tener que cerrar un libro para reflexionar sobre lo que el autor nos ha querido decir. Y sobre todo me han gustado sus personajes femeninos, la fortaleza de las mujeres protagonistas de esta novela e incluso de las secundarias. Méndez es un mujeriego, un hombre al que le gustan todas la mujeres y un fetichista de las piernas femeninas, sin embargo el respeto que siente por todas y cada una de ellas, incluso por aquellas que se dedican al oficio más viejo del mundo es casi reverente.

Lo primero que me sorprendió fue ese primer capitulo que parece desconectado del resto de la trama, no entendía que tenía que ver Lorena Suarez y el remordimiento de Méndez con la trata de blancas, terminé por olvidarlo, cuando en un momento determinado todo cobró sentido, el odio que la muchacha le profesaba, su liquidez, la escena vivida en el cementerio, recordándome que un grande de la literatura no podía haber dejado un cabo suelto así sin mas, que todo termina por encajar en el momento en que el autor decide mostrarnos el as que guarda en la manga, y en este caso creo que González Ledesma se ha guardado muchos, incluso hasta el final, un final cerrado que lleva a incertidumbre, un final que al autor le conviene y con el que puede finalmente jugar y decidir que camino toma.

El autor hace gala de una prosa sobria, sin excesos de florituras, aunque no por ello no vamos a encontrar un cierto lirismo trasnochado en la figura del Inspector, quizás este personaje sea la mejor baza de toda la novela. Esta narrada en tercera persona por un narrador omnisciente, intercala diálogos de gran dureza, en los que la rabia, y el lenguaje popular se abren paso, los personajes se expresan según la situación que vive en ese momento, los cultos con un lenguaje refinado, los menos afortunados con ese lenguaje de calle, barriobajero incluso, y los pillados infraganti con algún taco que otro, y esto da verosimilitud a lo que estamos leyendo, como si en lugar de disfrutar de un libro, fuéramos testigos directos.

En esta ocasión no voy a hacer un análisis de los personajes, porque pienso que vale la pena que los descubráis por vosotros mismos, solo voy a hablar del inspector Méndez, un personaje que me ha cautivado, un policía que conocedor de las calles en las que se mueve y del sistema judicial y policial, muchas veces hace justicia poética, un hombre que no teme a nada, porque no ve un futuro para él, un hombre fiel a si mismo y a las personas que conoce y que siempre ha protegido.

El Inspector

Me quito el sombrero ante este hombre solitario y huraño, ante este policía con mucho pasado y poco futuro en el cuerpo, un inspector al que le gustan las mujeres, capaz de reconocerlas por sus piernas, un hombre capaz de defender a las más necesitadas, a las que ejercen el oficio más viejo del mundo.

Un profesional que ha ido envejeciendo a la par que el barrio del Raval donde se mueve, que se ve inmerso en un mundo cambiante en el que los valores han dejado paso a otras cosas, pero mejor dejamos que se describa el mismo, porque en el libro nos deja muchas perlas, yo he seleccionado una de ellas, la que creo que mejor define su forma de actuar.

“Nunca he aspirado a un cargo y encima soy un policía que no cumple los reglamentos ni cree en las leyes. Si alguien ha violado a una mujer y la ha martirizado, o si alguien ha matado a un niño, yo no tengo piedad e incumplo la ley si es necesario. En los tribunales pasan tantas cosas que yo he llegado a creer en la norma de la calle, o sea, la justicia directa. No es el buen camino, desde luego, como tampoco es buen camino sentir piedad de un delincuente que empieza, mientras los grandes estafadores salen de la cárcel y encima conservan el dinero estafado. Bien… Por eso soy un policía con pasado pero sin futuro…”

Seguro que el inspector Méndez se gana vuestra simpatía, pero yo también hubo momentos en que lo hubiera ahogado, sobre todo en ese que hace gala de conocer a las mujeres por sus piernas... pero todos tenemos defectos y Méndez a veces es un poco bocazas.

Me ha gustado su humanidad, la forma de intentar resolver el asunto sin que salgan perjudicados los involucrados, aunque poco faltó para que todo se le fuera de las manos, y es que hablando de organizaciones internacionales del tráfico de mujeres es muy difícil terminar con ellas, se puede meter en la cárcel a varios cabecillas pero nunca se encuentra a quien lo financia, que al final logra conseguir otros cabeza de turco, cambian las ubicaciones y siguen trayendo mujeres a España engañadas, con falsos contratos de bailarinas o modelos, para terminar esclavizadas en burdeles contra su voluntad.

Barcelona

Si hay una protagonista de excepción en esta novela es sin duda Barcelona, y dentro de esta gran ciudad el barrio del Raval por el que se mueve Méndez, que también lo conoce, que tanto lo ama.

Me ha parecido que González Ledesma ha sabido dotar a la ciudad de vida, la hemos visto envejecer, la hemos visto cambiar, la hemos visto perder valores. La hemos visto lucir hermosa de día, y oscura y tenebrosa de noche, cuando en las sombras acecha el crimen, delitos que quedan impunes.

Me ha gustado la Barcelona que retrata el autor, la que nos enseña Méndez en su deambular, en sus largas caminatas, esa Barcelona alejada de las zonas turísticas, de los focos de los extranjeros y de los intereses de los políticos. Un barrio humano de gente trabajadora y de recursos bajos.


Conclusión:

Peores maneras de morir es una novela negra, dura, durísima, cruel en ocasiones, que te sacudirá la conciencia, que te hará pasar momentos malos, a pesar de que es una novela que te atrapa y que te obliga a seguir leyendo para saber en que terminará todo.

Una historia que va de menos a más con unos personajes bien dibujados, me gustaría resaltar la fortaleza de las mujeres, el tesón de las que son obligadas a prostituirse, y como no la humanidad del inspector Méndez y su justicia directa, que a mi gusta más llamar poética.

Una novela que te paseará por la zona menos turísticas de Barcelona, por los bajos fondos, por los barrios de los desheredados, de los que menos tienen, una Barcelona oscura, en la que el crimen actúa a sus anchas, y nos daremos cuenta de que la ciudad es una protagonista más que cobra vida.

Una novela yo diría que redonda, con un final incierto que ofrece muchas posibilidades al autor, y ojalá escoja la que a todos su seguidores más le gustaría.

Retos:

25 españoles

cruce de caminos: negro y criminal

reto eternos pendientes

jueves, 20 de febrero de 2014

Perdida en...



Sigo con mi libro de Reverte, El tango de la Guardia Vieja, llevo más o menos la mitad, y la verdad es que me está gustando, me atrapa con su prosa y con esa historia de amor que se prolonga en el tiempo y va cambiando de escenario. Pero como leo más que antes, eso es lo que tiene el reposo, alterno lecturas, y una vez terminado La terapeuta tocaba elegir de nuevo.

Me apetecía mucho empezar este libro, había ejemplares que llevan más tiempo en mi estantería, sin embargo ignoré los ojitos de suplica y los morritos de enfado y por una vez me dejé llevar por los deseos. 

Este libro viene avalado por las sensaciones que me dejó la autora en su anterior novela, Tiempo de arena, consiguió enamorarme y atraparme en su mundo, por ese motivo en cuanto volvió a publicar supe que antes o después leería la novela, me sumergiría en su trama, me enredaría en sus parrafos y en sus líneas.

Y la hora le ha llegado más antes que después...


Título: Mientras pueda pensarte

Autor@: Inma Chacon

Editorial: Planeta

Nº Páginas:350



Así comienza...


No se quién soy. Tengo casi cuarenta años, un trabajo estable y bien remunerado como creativo de una de las agencias publicitarias más solventes de Europa y un currículum que acredita cada paso de mi vida laboral.

Mi nombre figura en mi expediente universitario, en los certificados de mis másteres, en mis notas del colegio, en mi DNI, mi pasaporte y el libro de familia de mis padres, con mi fecha y lugar de nacimiento, el número de tomo y la página del registro donde me inscribieron al nacer.

Todo oficial, todo correcto, todo legalmente constatado.

Pero no se quién soy.


Un arranque fuerte y emotivo. Tengo el libro pegado a las manos, y la verdad es que me cuesta soltarlo, es tremendamente adictivo y humano...


miércoles, 19 de febrero de 2014

La terapeuta. Gaspar Hernández



No es la primera novela que leo de este autor. Gaspar Hernández ya me sorprendió con su anterior novela El silencio, que yo leí en catalán y que disfruté muchísimo a pesar de no considerarla una novela comercial, un best seller al uso.

Por eso cuando vi entre las novedades de Planeta La Terapeuta, supe que tenía que ser mía, hubiera preferido leerla en catalán, por aquello de que los sentimientos se expresan mejor en la lengua que uno maneja a diario, y por la musicalidad que fui capaz de encontrar en la otra novela y que en esta he buscado sin resultado alguno.

La terapeuta es una novela que sorprende, al menos a mi me ha sorprendido, parte de uno de las enfermedades más comunes de nuestros días, la ansiedad, como de fondo había un asesinato deduje yo erróneamente que se trataba de una novela negra, sin embargo el asesinato solo es el desencadenante de la trama, el factor involuntario que une a dos personas la terapeuta, Eugenia Llort, y el paciente, un actor que involuntariamente presencia un crimen, Héctor Amat.

Gaspar Hernández con su segunda novela se ha consagrado a mi modo de ver en un autor a tener en cuenta, con tramas que se salen de lo habitual, en las que la literatura, y el buen hacer literario no es un convidado de piedra.

El autor:

Gaspar Hernández nace en Girona en 1971, es escritor y periodista. Ganador del Premio Josep Pla porEl silencio, libro de ficción más vendido en Cataluña el año 2009, dirige y presenta el programa L'ofici de viure (El oficio de vivir) en Cataluña Radio.
su novela

Podéis visitar su página web

www.gaspar-hernandez.com

En twitter

@gasparhernandez


Sinopsis:

Héctor Amat es un actor que padece ansiedad. Después de presenciar por casualidad el asesinato de una joven, se bloquea y no recuerda detalles de lo sucedido.

Para mitigar su angustia y  recuperar su memoria, Héctor acude  a la consulta de la psicóloga Eugenia Llort, la terapeuta que lo atendió después del crimen. Esta relación en un primer momento profesional, se irá convirtiendo en una relación de dependencia que llegará a límites inusuales. Para que el pueda actuar, ella acudirá cada noche al teatro en el que Héctor interpreta a Dick Diver, el personaje protagonista de Suave es la noche. Pero como su propio personaje, un sicólogo que se enamora de una paciente, él también terminará por enamorarse perdidamente de su terapeuta.

Una excelente novela que aborda con sensibilidad e inteligencia el problema de la ansiedad, una de las enfermedades de nuestro siglo

Mis impresiones

Una vez superado mi error, es decir consciente de que no tenía una novela negra entre manos, me dispuse a disfrutarla, dejé mi mente en blanco y dejé que el autor imprimiera en ella sensaciones, que me contara su historia. Y reconozco que esta me llegó muy adentro, porque Gaspar juega con el lector contándole la historia primero desde la perspectiva del actor, supuesto paciente en esta trama, y después desde la perspectiva de la terapeuta. De esa forma empezamos a encajar las piezas del puzle que quedaban sueltas, que no comprendíamos, que no eramos capaces de colocar a ningún sitio porque simplemente no encajaban y por ese motivo buscábamos dobleces en unos personajes que eran incapaces de ello.

Comienza la novela un sábado cualquiera Hector Amat después de la representación de Suave es la noche sale del teatro Romea para irse a su casa, no es que sea antisocial, pero tiene sus normas, es abstemio y no le gusta ir de copas con los compañeros. En el parking en el que tiene aparcado su coche presencia un asesinato, aunque en un primer momento no es consciente de ello.

A partir de ese momento su mente bloquea todo lo que sucedió después. Y al mismo tiempo y como corresponde a un hombre tan perfeccionista como él, la ansiedad le gana terreno a pasos agigantados, hasta el punto de producirle bloqueos en la calle, inestabilidad, mareos, vértigos.

Decide apoyarse en la terapeuta Llort, la psicóloga del turno de guardia que le atendió tras el asesinato, entre ellos se produce una relación un tanto extraña, y yo diría que muy poco normal entre paciente y terapeuta. La relación de dependencia el lector la percibe como mutua, a pesar de que Amat cree que ella simplemente es una mujer excepcional que se preocupa por su paciente.

Quién tampoco será ajeno a esta relación serán sus compañeros de trabajo que intuyen una relación romántica entre ellos, y su ex mujer Ruth, que le hace ver que no es una terapeuta al uso. Posiblemente por los comentarios de su mujer y porque el ya está más que enamorado decide traspasar más fronteras. Sin embargo es en la tercera parte en la que comenzamos a comprender algunas cosas, cuando encaramos la perspectiva de Eugenia  y en estos momentos se nos rompen muchos esquemas.

Estilo

La novela está dividida en tres partes, narradas en tercera persona por un narrador omnisciente que nos ofrece todos los ángulos posibles de esta historia, manteniendo oportunamente en la sombra, datos que no necesitamos conocer en esos momentos. 

En las dos primeras partes se nos ofrecen los hechos desde la perspectiva de Héctor, su estado de ánimo, su forma de vivir la enfermedad, sus miedos, su perfeccionismo, su relación con la terapeuta de la que pasa a depender de una forma casi enfermiza. Su visión un poco desenfocada de su profesión y de su éxito. Su llegada al mundo de la interpretación, su forma de verse dentro de la farándula, las limitaciones que se crea el con su perfeccionismo. Su matrimonio fallido con una periodista que ahora intenta ser su mejor amiga. Héctor se convierte durante la primera parte sobre todo en el ombligo de la novela y quiere que todo gire a su alrededor, piensa que su incapacidad para actuar se debe a que es mal actor, veremos que su dependencia se está volviendo peligrosa hasta el punto de enamorarse de la terapeuta, e intuir que ella siente lo mismo por él.

En la segunda parte la obsesión de Héctor por saber que sucedió la noche del asesinato le lleva a ir haciendo averiguaciones, por si mismo es incapaz de recordar, tampoco parece que Eugenia tenga mucha prisa porque lo haga, y eso nos lleva a preguntarnos el porque. Sin duda la terapeuta nos parece una mujer rara, misteriosa, y Ruth ayudará a que tengamos esa percepción de ella.

En la tercera parte, es cuando comenzamos a ver las cosas narradas desde el punto de vista de Eugenia, retrocedemos bastante hasta saber porque decidió ser terapeuta, así vamos comprendiendo su personalidad y poco a poco conforme vamos averiguando cosas, conforme las piezas del puzle van encajando nos damos cuenta de la maestría del autor a la hora de tejer esta trama en la que nada es lo que parece, y en la que nos daremos cuenta hasta que punto uno es el peor critico de sí mismo.

La ansiedad

Esta es una enfermedad bastante común en nuestros días por el ritmo de vida que llevamos, por las miles de preocupaciones que nos rodean y por las circunstancias sociales y económicas que nos toca vivir.

Precisamente este es uno de los temas que se toca en la novela, la coyuntura social y económica, Hector decide ignorar las noticias, la actualidad el lo llama ayuno de noticias, y lo hace porque la crisis que estamos viviendo lo desestabiliza, le imposibilita pensar en otras cosas, sin embargo aunque bloquee la información hay cosas que le sirven de barómetro, su sueldo ha bajado bastante, la gente acude menos al teatro, los actores tienen que maquillarse ellos mismos, muchas comodidades han desaparecido en el mundo de la cultura para abaratar costes. He creído entrever, leer entre líneas una critica velada a esa subida del iva que ha supuesto una puntilla para el mundo de la cultura, hasta el punto de hacer desaparecer teatros.

Pero Héctor no es el único que padece ansiedad, también Ruth, su mujer, el periódico en el que trabaja prepara un ERE, su posición en la empresa  está tocada por su cruzada contra los insultos, esta intuye que tiene un pie fuera de la empresa y posiblemente los dos. Nos encontramos con dos formas distintas de encarar la ansiedad, Ruth prefiere tomar ansiolíticos que la sumergen en un estado de flotación continúa.

A través de la periodista que tiene los pies más en el suelo que su ex marido, nos encontramos ante una crítica a los insultos vertidos en los comentarios de las ediciones digitales, unas ediciones que nadie controla porque de hacerlo se pierden los lectores y al final hay que primar las lecturas sobre la elegancia en los comentarios. Y es que no nos olvidemos que los periódicos físicos o digitales no dejan de ser empresas, que necesitan de beneficios para seguir funcionando.

Al mismo tiempo nos encontramos literatura dentro de la literatura y esto ya no tiene que ver con la ansiedad, la obra representada tiene su reflejo en papel, en una novela de F. Scott Fitzgerald, también t Héctor es un gran lector y nos comenta sus lecturas y la terapeuta Llort también.

Pero no solo tiene el autor guiños para la literatura, también para el cine, para hacerse eco de las rarezas de Woody Allen no tan alejadas de las de nuestro actor. Nos cuenta anécdotas de su paso por Barcelona para grabar. Anécdotas del cine que más vale que conozcáis de primera mano porque para mí han constituido uno de los alicientes de la historia

La novela nos puede atrapar por varios frentes, su realismo es impresionante, si alguna vez has sentido ansiedad seguro que verás los síntomas reflejados con absoluto realismo, si la sicología no es un tema que te seduzca, te pueden atrapar, por la literatura, por le cine, o bien por el misterio que envuelve a Eugenia Llort.

Conclusión

La terapeuta me ha convencido, la he disfrutado los días que me ha acompañado, es una lectura relativamente corta, unas 255 páginas agradecimientos incluidos, una novela a la que no le falta  ni le sobra una coma. Una historia que coloca a todos los personajes en su sitio, unos personajes a los que conocemos sobre todo sicológicamente, dejando el físico para los meramente circunstanciales, para los que pintan poco o nada en esta historia.

El tema yo lo tengo poco trillado, y por ese motivo por lo cotidiano que puede llegar a ser, y por la forma de afrontarlo que tienen cada uno de los personajes, me parece una lectura atractiva, el misterio que envuelve a Eugenia Llort queda revelado en la tercera parte, en la que la figura de Hector Amat se difumina para ganar en protagonismo ella.

Una misma historia vista desde dos perspectivas, ¡Que diferente puede resultar! Gaspar Hernández me ha vuelto a enamorar con su prosa, me ha hecho comprender que la psicología también tiene cabida en la literatura y no por ello deja de ser atractiva la trama.

Estoy segura que volveré a repetir con el autor cuando este decida volver a publicar, en que lengua es lo que desconozco, me gustaría volver a paladearlo en catalán por los matices que le encuentro, no descarto afrontar la lectura de esta novela en esta lengua si me cruzo con ella en la biblioteca, para comparar impresiones y sensaciones.

Retos

25 españoles

Febrero: mes del amor


sábado, 15 de febrero de 2014

Matar a papá. Carina Bergfeldt

Cómo comenté en mi pataleo, en un primer momento este libro no llamó mi atención, la magdalena, el guante de color rosa, y esas gotas de sangre, no me decían nada. La sinopsis si que me resultaba atractiva. Pero la mayoría de los lectores sabemos que las editoriales no siempre hacen una sinopsis fidedigna, y al menos yo me he encontrado abandonando algunos libros, porque después de haberme seducido la sinopsis, el desarrollo tiraba por derroteros completamente distintos.

El que la escritora fuera nórdica tampoco era un punto a favor de la novela. Tengo que reconocer que a veces puedo resultar cansina, pero después del fenómeno Millenium busqué literatura nórdica, cómo si fuera imprescindible para que fuera una novela diez, de esa forma me topé con la reina de la novela negra nórdica, y me llevé una gran desilusión, aunque muchos lectores la consideran imprescindible, yo no pasé de su primera novela.

Puede que por ese motivo, me haya perdido algunas autoras venidas del frío que sean buenas, pero suelo huir como alma que lleva el diablo de ellas, sobretodo si intuyo mucho romanticismo en la trama. Las reseñas por las que me fui cruzando en la blogosgera fueron determinantes para que venciera mi reticencia, incluso para vencer ese pequeño escollo que suponía conocer un dato muy importante de la historia.

Creo que la autora ha realizado un muy buen trabajo, nos encontramos con dos tramas, una más adictiva que la otra, las dos negras, las dos interesantes, y el final de ambas nos deja un tanto noqueados.

La autora

Carina Bergfeldt nació en 1980 y creció en Götene, un pequeño pueblo en el centro de Suecia. Es
la periodista estrella del principal tabloide sueco, Aftonbladet. Ha sido galardonada con el Swedisch Grand Journalism Prize 2012, por ser la única periodista que se infiltró entre las víctimas de la matanza de Noruega, con quienes pasó la primera noche, y con el premio Arets Stilist, que reconoce la calidad estilística de su trabajo periodístico.

Sinopsis

Con gran minuciosidad, una mujer planifica la muerte de la persona que ha convertido su vida en un infierno, su padre. El macabro plan toma forma en una libreta cuya tapa muestra unas apetitosas magdalenas. Una nota en el frigorífico con las palabras "matar a  papa" le recuerda cual es el motor que impulsa ahora su vida.

Mientras el plan parricida avanza, se encuentra el cadáver de una mujer en un lago de la ciudad de Skövde; todo apunta a una muerte violenta. La inspectora Anna Eiler trabaja en el caso, pero no es la única: dos periodistas locales, Ing-Marie Andersson, y Julia Amliden, realizan su propia investigación.

Las tres tienen razones personales para resolver el asesinato, las tres esconden algo, pero solo una de ellas es capaz de preparar a sangre fría un crimen aún más atroz que aquel que pretende resolver. No podrás dejar de leer hasta que averigues de cual de las tres se trata.

Mis impresiones

La autora consigue cautivar al lector con las dos tramas, logrando que ninguna de ellas se imponga, restándole interés a la otra. Puede que el lector se sienta atraído en un momento determinado por una de ellas, pero siempre la autora consigue volver a ilusionarle con la otra.

Y ambas tramas son negras, porque si una de ellas intenta resolver un asesinato, la otra lo planifica a sangre fría, para ello conocemos al padre, un ser bastante indeseable, al que me hubiera gustado abofetear en más de una ocasión, un ser bastante odioso, que manipula a la gente que tiene cerca, la anula como persona, incluso la maltrata física y siquicamente. Toda una joyita que al final termina por desbordar la paciencia de uno de sus hijos.

En cuanto a la trama del asesinato, cuesta mucho empatizar con la víctima, conforme vamos leyendo descubrimos a una mujer bastante inestable, una mujer que no amaba a sus hijos, o al menos no era capaz de atenderlos, una mujer que no era cariñosa con su marido, que se había dejado vencer completamente de tal forma que se había vuelto egocéntrica.

Tres mujeres se dedican a investigar el crimen, tres mujeres que tienen mucho que esconder, cualquiera de ellas tendría arrestos para planificar un crimen porque fantasmas en el armario es lo que les sobra, pero solo una de ellas ha encontrado el motivo para dejar de ser víctima y convertirse en verdugo. De la misma manera y de forma paralela a la par que avanza la investigación dejamos de ver al cadáver como víctima y se nos va representando más como verdugo.

Nos encontramos ante una investigación un tanto inusual, porque aunque tenemos la figura de la mujer policía, esta no cuenta con mucho apoyo dentro del cuerpo, ni siquiera cuenta con el apoyo de su superior que decide hacer venir a un investigador de fuera para que se ponga al frente del caso. Y son las dos periodistas las que dando palos de ciego, comienzan a atar cabos, siempre van un paso por delante de Anna, porque esta es incapaz de interpretar las pistas.

Las tres mujeres están unidas entre ellas por lazos muy sutiles, Anna y Julia fueron amigas, un malentendido provoco su ruptura y aunque ambas desearían recuperar su amistad son demasiado orgullosas para dar el primer paso. Julia e Ing-Marie, son compañeras, trabajan en el mismo periódico y aunque sus mesas están contiguas hasta el caso del cadáver del lago Skövde a penas intercambiaban algún saludo.

Las tres tienen un motivo distinto para descubrir al asesino de la mujer, las tres necesitan saber la verdad para acallar voces interiores, y cada una por su lado intenta encontrar indicios que les lleve a conocer un poco más a la víctima y a su verdugo. Por eso muchas veces las periodistas le pisan el terreno a la policía y por eso muchas veces son capaces de sacar impresiones más efectistas. Y también por eso la relación rota entre Ana y Julia se resiente en lugar de acercarlas.

La novela me ha tenido en un estado de tensión constante, por un lado odiaba tanto a Valdemar, que necesitaba saber que iba a ser castigado, que la mujer que estaba planificando su asesinato con tanto esmero no iba a flaquear en el último momento, pero también he tenido momentos para sentir ternura, porque un niño siempre la inspira, porque un viudo es capaz de generarla y de la mano de la familia de la mujer asesinada he podido vivir un rayito de luz, y de esperanza, sobre todo la que llega a inspirar el hijo más pequeño, que es el que menos comprende la situación.

Hablar de los personajes en esta novela es muy complicado, porque son distintos en las dos tramas, y también en la vida personal de las tres protagonistas forzosas, porque si sabemos que todas tienen sus motivos y todas tienen fantasmas, es porque una narrador omnisciente que todo lo conoce nos va desgranando esos fantasmas.

Creo que no he sido sincera del todo, ahora me doy cuenta de que no os he dicho que cada una de las tramas tiene un narrador distinto, la de la planificación del crimen está narrada en primera persona, de ella solo extraemos datos muy básicos para comprender porque quiere matar a la persona que más debería querer en su vida, y a fe que lo consigue, comienza en la infancia ... y va avanzando hasta el momento en que toma la decisión. Pero no encontramos ninguna pista que nos lleve a poder imaginar cual de ellas es.

En la trama de la investigación del asesinato, es en la que como personajes principales tenemos a las tres investigadoras y luego a presuntos sospechosos, que van desde la familia a sus compañeros de trabajo, vecinos y cualquiera que haya tenido una relación con ella. Es precisamente aquí donde la autora aprovecha para darnos pinceladas sobre la vida privada de las tres, sobre sus fantasmas, sus miedos y la relación entre ellas, y es tan ambigua que cualquiera de ellas podría ser el monstruo.

Poco a poco todo va encajando desde los elementos de la portada que tienen un motivo de ser, hasta los fantasmas, las motivaciones de unas y otras para esclarecer el caso y la necesidad de librar al mundo de un ser horrendo. La resolución de ambas tramas es impecable, y sorprendente, la autora ha calibrado todos los factores para noquear al lector, ha sabido crear tantas pistas falsas que lo ha despistado hasta el punto de haber barajado varias resoluciones, y cuando ya el lector no sabe que palo tocar, de forma aséptica se resuelve, dejándole con la boca abierta.

Para mí Carina ha sabido insuflar aire fresco a la novela negra, ha sido capaz de hilvanar con arte dos tramas negras y que ninguna de ellas se comiera a la otra, los personajes están dibujados según la necesidad de la autora, unos de forma profunda como puede ser Valdemar, y otros de forma un poco más difusa para crear ese halo de misterio y suspense que envuelve a toda la trama.

A pesar de que es complicado he sabido y podido empatizar con Ana, con Julia y con Ing-Marie, tres mujeres muy distintas entre ellas. He odiado a Valdemar, he compadecido al marido de la mujer asesinada y a sus hijos, y no he sabido odiar al verdugo de esta, ni he podido sentir simpatía por la mujer muerta.

Conclusión

Una novela negra, muy negra, con dos tramas que se complementan, que en ningún momento se aniquilan. Con dos voces distintas para cada trama, primera persona para la que planifica la muerte de Valdemar, tercera persona y narrador omnisciente para la trama de la mujer asesinada.

La maestría de Carina para llevarnos por la mano de las dos tramas y que el interés no decaiga en ningún momento, ni se centre más en una que en otra me ha parecido magistral.

Estaré pendiente de esta autora, intentaré no juzgar por la portada toda una trama, y dejaré de investigar en el momento en que ya tenga claro que voy a darle una oportunidad, para que no me vuelvan a chafar una lectura.

Por si te queda alguna duda te dejo el booktrailer:





Reto


Cruce de caminos: negra y criminal




viernes, 14 de febrero de 2014

Mi derecho al pataleo: O como cargarse con una reseña el trabajo de un escritor



No suelo leer los libros a ciegas, se que es un mal vicio, tan malo como que a veces puedes encontrarte una experiencia pésima, como cuando en una novela negra en la que lo importante no es solo como esta escrita, que también si no quien va a cometer un crimen, y el reseñador/a desvela el misterio en la segunda línea del argumento.

Pero voy a comenzar por el principio. Para que a pesar del enfado, me salga una opinión lo más coherente posible y lo mejor argumentada que pueda.

Allá por diciembre o incluso por noviembre cuando pasé por la biblioteca miré la urna de novedades, los libros más recientes se encuentran en la entrada en una estantería cerrada con cristal y para solicitarlos tienes que ir al mostrador como de costumbre.

Había un libro que llamó mi atención pero en el sentido negativo, una portada blanca, un cupcake, ¿valgame dios los vamos a encontrar en todas partes?, recuerdo que ese pensamiento se instaló en mi cabeza, unos guantes de color rosa, unas gotas de sangre... Y un título cuanto menos chocante, porque la palabra matar es muy fuerte para ir al lado de una palabra tan cariñosa como papá.

Claro, me refiero a Matar a Papá de Carina Bergfeldt, recuerdo que descarté la novela, por no saber muy bien que podía encontrarme y como cuando sueles descartar algo con mucha alegría empecé a ver reseñas y muy positivas a diestro y siniestro. Lo cual me hizo replantearme mi posición.

Puntos en contra

La portada, bufffffffffffffff me da en las narices que nos vamos a encontrar una novela rosa con lunares negros, con lo poco que a mi me gustan, pero tanto rosa en la portada y una magdalena y unos guantes de fregar, pero que tienen que ver con novela negra.

La autora es nórdica, ahhhhhhhhhhhhhhhh no, más coronas a mí ni pensarlo, lo que yo decía rosa a lunares negros.


Puntos a favor

Comentaban las reseñas que era una novela negra fresca, que la autora mantenía la atención del lector, jugando con él porque tres posibles mujeres querrían matar a su padre, pero solo una de ellas ha comenzado el proceso....

Uhmmmmmmmmm pinta bien, un soplo de aire fresco en la novela negra, me gusta.

Tensión hasta el final... estupendo

Y además había un crimen de verdad, un asesino suelto, y una investigación que llevan a cabo tres mujeres, dos periodistas y una policia...

Esto cada vez pinta mejor

Pero seguía teniendo mis dudas, sobre todo porque el romanticismo en la novela negra no me gusta, que la vida amorosa de los protagonistas gane terreno a trama criminal me saca de quicio, y comencé un atracón de reseñas en la red.

Hasta que tropecé con una que hizo añicos mis ganas de leer el libro. Y es que comenzaba tan eufórica como todas las que había leído y en la segunda línea del argumento, zas, después de presentar a los tres personajes femeninos importantes, va y como regalo descubre quien mata a su padre.... ¿de verdad? Mi cara debió ser un poema, porque en ese momento si me sacan sangre, encuentran cubitos.

Cómo podréis imaginar sentí una rabia espectacular, cerré el blog, ni siquiera recuerdo como se llamaba, pero nunca olvidaré el fondo de un rosa chillón,  ni la estridencia de su forma de redactar, y lamí mis heridas como pude porque la novela ya estaba reservada en la biblioteca.

Cuando me llamaron unos días después, me planteé no ir a por ella, no leerla, en fin ya sabía lo más importante, sin embargo no quería dejar pasar una novela que todos calificaban de buena y novedosa.

Mientras leía, es tan bueno el trabajo que a hecho esta mujer, porque cualquiera de las tres podía ser, que pensaba bahhhhhhhhhhhh seguro que fue un farol, no puede ser justo esa, es la que yo veo con menos probabilidades... Pero cuando llegué al final comprobé que el spoiler era real, yo había sido capaz de disfrutar igual la novela, con la esperanza de que se hubiera equivocado.

Dejé pasar un tiempo antes de escribir la reseña, a ver si se me pasaba el enfado. Pero he de reconocer que no, que sigo igual de enfadada. ¿Es necesario desvelar la trama de una novela al hacer una reseña?, ¿o desvelar lo que el autor esconde con tanto acierto?. ¿Que pretendía hacer la bloguera en cuestión revelando ese dato?

Para mi en dos palabras se ha cargado el trabajo de años del autor, un trabajo además muy bien hecho porque la novela se disfruta y te mantiene en tensión.

Se que nada puede hacerse cuando te encuentras ante un hecho así, tan solo pedir a los blogueros un poco de sentido común al opinar, no revelar datos que nosotros hemos disfrutado descubriendo durante la lectura.

Se que este no es el tipo de entradas que suelo hacer, ni siquiera es el que tenía preparado para hoy, pero al comenzar a escribir la reseña de Matar a papá me he dado cuenta de que si no ejercía mi derecho al pataleo iba a resultarme imposible escribir una reseña en condiciones.

Una vez ejercido el derecho al pataleo, tranquilos ni en esta entrada  ni en la reseña os voy a desvelar el dato, porque lo tenéis que descubrir vosotros ya puedo sentarme a escribir mi opinión.



Feliz día del angelote para quienes gustéis de celebrarlo

miércoles, 12 de febrero de 2014

Haré todo lo que tú quieras. Iolanda Batallé

Después de  haberme sumergido en varias novelas no voy a decir densas porque mentiría, pero si con enjundia, novelas que he disfrutado mucho pero que no relajaban mi mente, si no que la mantenían en activo y a pleno rendimiento, decidí dar un poco de descanso a mis esforzadas neuronas, y atacar un libro de esos que solemos llamar de refresco, un libro para intercalar entre lecturas más  potentes.

Mi elección fue una novela erótica que acababa de publicar Martinez Roca, Haré todo lo que tú quieras, pero no encontré lo que buscaba, porque no es una novela de refresco o de esas que consideramos ligeras para descanso, encontré una novela compleja, porque compleja es su protagonista, Nora. Una novela en la que me costó sumergirme y sobre todo entender, pero que una vez terminada aplaudo.

Después de  terminar Haré todo lo que tu quieras, vuelvo a plantearme que se premia en los concursos literarios. Porque si algo me ha quedado claro es que no se premia la comercialidad, porque a mi no me parece que esta sea una novela comercial. De hecho casi puedo aventurar que a los lectores de erótica puede que no les guste, porque yo no la encuadraría dentro del género, y a los amantes de la romántica, es que no le veo el romanticismo por ningún lado a esta novela. 

A estas alturas quizás os preguntéis que nos ofrece Haré todo lo que tu quieras... a mi modo de ver diría que es un viaje interior, la transformación de una mujer que pasa del haré todo lo que tú quieras, a haré aquello que yo quiera... y en el camino las dudas, la lucha constante entre lo que está bien y lo que está mal, los desfallecimientos... y este caos es el que a veces vamos a ver reflejado en la narración, como si estuviéramos en la mente de la protagonista. Por ese motivo no es una lectura ligera, porque a veces hay que ir recomponiendo el puzle, pasamos de los sueños, a los recuerdos, de ahí a una realidad bastante árida, para volver o bien de nuevo a los sueños o a los recuerdos, y todo ello sin previo aviso.

Pero no adelantemos acontecimientos, voy a intentar ser lo más ordenada posible, porque la novela me ha gustado, aún así creo que no va a gustar a todo el mundo por igual y creo que encasillarla dentro del género erótico tampoco ha sido lo más adecuado, porque estas novelas suelen ser más livianas, y esta va mucho más allá supone el despertar de una mujer a la vida a través de su propia sexualidad.

La autor@:

Iolanda Batallé, escritora y editora, ha vivido en Inglaterra, Argentina, Marruecos, Sudáfrica,
Estados Unidos y el Baix Empordà. Licenciada en Filología Inglesa, periodista y máster en dirección de empresas, ha colabora en medios como El Observador, El Periódico, Avui, Diari de Girona, RACI y COM Radio, entre otros.

Actualmente reside en Barcelona, donde es directora de la editorial de La Galera y profesora de la Escuela de Escritura del Ateneo Barcelonés, del Laboratorio de Letras y del máster de Edición de la Universidad Pompeu Fabra. Es autora de  La memoria de las hormigas, y El límite exacto de nuestros cuerpos.

Con Haré todo lo que tú quieras ha ganado el XLV Premio Prudenci Bertrana en 2013

Argumento:

Nora vive la confortable existencia de la clase alta barcelonesa junto a su marido Roberto, un prestigioso abogado. En un viaje, Nora conoce a Nacho con quién inicia una tórrida relación. A través de él Nora acaba compaginando su vida burguesa con otra faceta que nunca pensó que llegaría a desarrollar.

Nora se nos presenta como una mujer sin complejos, valiente y libre que ha decidido tomar las riendas de su vida. Con su comportamiento, de forma natural, va dinamitando muchos de los roles habituales de las vida en pareja


Mis impresiones

Cuando comencé la la novela, no sabía muy bien a que atenerme, me parecía caótica, como si asistiera a los pensamientos inconexos de una persona. Poco a poco me dí cuenta de que precisamente eso es lo que tenía delante de mí, el proceso de maduración, de cambio, o como lo quieras llamar de una mujer de cuarenta años, atada a un matrimonio convencional, que ha desarrollado ya el síndrome del nido vacío porque sus hijas pasan ya más noches fuera de casa que en ella.

El personaje de Nora, es complejo, muy complejo, nos encontramos a una mujer marcada por las ausencias y las perdidas, una mujer que fue criada por su abuelo, y que pasa de depender de él completamente a hacerlo de su marido. Ni siquiera sabe si se casó enamorada, solo sabe que él ha estado ahí los últimos 25 años, que le quiere, sí, pero no siente deseo por él. Además la relación se ha ido deteriorando poco a poco, entre ellos a penas hay comunicación y Roberto cada vez tiene más viajes de negocios, y pasa más noches sola.

Y quizás no se hubiera planteado nada si en un avión no hubiera conocido a Nacho y este le hubiera hecho sentir placer como nunca lo había sentido. ¿Qué probabilidades hay de que eso ocurra? ¿Una entre un millón? Se que muchas infidelidades han comenzado de la forma más absurda, porque no puede ser un calentón en un avión, porque no pueden las neuronas desinhibirse con un extraño y desear ser tocada siempre de esa forma.

 A partir de ahí la mente de Nora sufre una vorágine que le transmite al lector, recuerdos inconexos de su viaje a Londres, sueños recurrentes, recuerdos de su infancia, mezclados con los de Nacho, dudas, celos, remordimientos todo ello puesto en una centrifugadora y expuesto al lector que en ocasiones puede llegar a sentirse perdido, porque nadie ha dicho que ningún viaje interior sea fácil de afrontar.

Conforme avanza la trama, llegaremos a entender las decisiones posteriores que va tomando Nora, y lo mucho que le cuesta recorrer ese camino en el que la niña buena, aprende a ser mala primero y tremendamente mala o incluso perversa después. Un camino que supone una liberación, el soltar el lastre de un secreto que la estaba destruyendo, y comenzar a pensar en si misma, en sus deseos, en sus necesidades, sin anteponer nada a ello.

La novela está bien escrita, con metáforas muy bien construidas, algunas referentes al medio acuático que se supone domina Nacho, otras meras excusas para hacernos ver como se siente la protagonista. 

Iolanda alterna la narración en tercera persona en que un narrador omnisciente nos va dando una visión más completa, con los diálogos que aportan agilidad a la historia y con los pensamientos y sueños de Nora, y los fantasmas del propio Nacho.

Nora es una mujer muy creativa, es pintora, su mente es plástica, adora la belleza y todo el revuelo que siente lo traslada a su pintura, en la que por primera vez abundan los cuerpos desnudos, pero en las que también plasma episodios que todavía no han sucedido y otros que ya ha vivido, quizás ahí es donde a mi me ha desarmado. Como puede reflejar una escena que todavía no ha vivido, la autora ha dejado un hilo sin atar, porque luego encontraremos la respuesta a nuestras preguntas, casi al final.

Me cuesta mucho leer en catalán, sin embargo está precisamente me hubiera gustado disfrutarla en
su lengua original, porque imagino la musicalidad de la narración que al ser traducida se pierde sin remedio, lo que ahora me han parecido cosas inconexas puede que las hubiera disfrutado de otra forma, porque ya me ha pasado con otras novelas que he leído para comprobarlo en las dos lenguas.

Los personajes

Iolanda ha creado unos personajes psicológicamente muy complejos, personas que arrastran fantasmas del pasado y secretos inconfesables. Ello es válido tanto para Nora como para Nacho. Sin embargo Roberto, el marido de Nora, sin arrastrar esos fantasmas desde la infancia también esconde secretos que le van pesando cual losas conforme su economía se va deteriorando.

Sin embargo si hay un personaje que todo lo eclipsa, que llena páginas y páginas sobre no estar presente, ese es el abuelo. La persona que crió a Nora, la que la hizo como es, la que la obligó a cargar con su secreto, el que después la abandonó porque la muerte no perdona ni a los que se creen indispensables. Por su culpa he recorrido todos los arcos del sentimiento, desde la admiración al rechazo más absoluto. 

Me ha costado comprender a Nora, a Nacho, a Roberto, a las hijas de Nora y al propio abuelo, para mí eran personajes demasiado ajenos y eso que Nora tiene más o menos mi edad, sin embargo nuestras circunstancias no pueden ser más distintas. Al final he sido capaz ponerme en la piel de casi todos ellos, de entenderlos en algunas de sus acciones, pero no he sabido empatizar con ellos al 100%.

Lo que más me ha sorprendido es la poca caracterización física de los personajes, a penas unas pinceladas, se centra más en su forma de ser, en su interior, y eso es un placer para cualquier lector, además de un ejercicio de creatividad al permitirnos imaginarnoslos como más nos plazca.

Conclusión

Si buscas una novela erótica, mejor indagas en otros títulos, porque en esta encontrarás erotismo, sensualidad e incluso sexo a raudales, muchas veces más implícito que explicito, sin embargo no se parece en nada a lo que hayas podido leer hasta el momento, no es una novela dulzona, el erotismo es una excusa para algo más importante la liberación de tabues.

Si buscas una novela de transición y liviana, te vas a encontrar con una novela compleja, que te hará pensar, que te obligará a unir las piezas del puzle, aunque al final terminan encajando ellas solas, y quizás si eres mujer desearás ser como Nora e iniciar ese viaje interior para ir soltando amarras y encontrar por fin la felicidad, o al menos sentar las bases para ella.

Si buscas unos personajes bien dibujados y una narración espléndida, vas en la dirección correcta, una vez vencido el desconcierto inicial serás capaz de disfrutar de la historia y de la forma que está escrita, disfrutaras de este viaje interior.


Retos

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